Este blog es un cuaderno de notas de miradas a lo posible y reflexiones hechas a vuelapluma sobre lo que se está haciendo y lo que queda por hacer en las bibliotecas escolares para que dejen de ser un sueño o una utopía… Si has llegado hasta aquí y quieres opinar, eres un bibliolibre.

Bienvenido y espero que te quedes, necesitamos gente con ganas.

jueves, 21 de agosto de 2014

Recuerdos de infancia


Durante el mes y pico que he estado perdida por esos mundos recorriendo con mi hija pequeña los lugares de mi infancia para que no se olvide de su historia más cercana, fui a dar en esta taberna, preciosa y alegre, que se encuentra en el centro de Málaga, en la calle Granada..entré por el nombre, porque El Piyayo traía recuerdos de mi niñez, en forma de un largo poema, que me sabía de memoria, a cortas estrofas, por las veces en que mi padre, que era un gran recitados, me las iba desgranando, verso a verso, cuando me costaba tanto trabajo comer.
En el reverso de la carta, menuda sorpresa, encontré el poema entero..me embargó tanto la emoción, me puse tan contenta y le hice tantos aspavientos, que el pobre camarero se vio obligado a regalármelo...

EL PIYAYO
¿Tú conoces al "Piyayo",
un viejecillo renegro, reseco y chicuelo;
la mirada de gallo
pendenciero
y hocico de raposo
tiñoso…
que pide limosna por "tangos"
y maldice cantando "fandangos"
gangosos?
¡A chufla lo toma la gente
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
Ata a su cuerpo una guitarra,
Que chilla como una corneja
Y zumba como una chicharra
Y tiene arrumacos de vieja
Pelleja.
Yo le he visto cantando,
Babeando
De rabia y de vino,
Bailando
Con saltos felinos
Tocando a zarpazos,.
Los acordes de un viejo"tangazo"
Y, a sus contorsiones de ardilla,
Hace son con la sucia calderilla.
¡ a chufla lo toma la gente
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
Es su extraño arte
su cepo y su cruz,
su vida y su luz,
su tabaco y su aguardientillo…
y su pan y el de sus nietecillos:
"churumbeles" con greñas de alambre
y panzas de sapos.
Que aullan de hambre
Tiritando bajo los harapos;
Sin madre que lave su roña;
Sin padre que "afane"
Porque pena una muerte en santoña;
Sin mas sombra que la del abuelo…
¡poca sombra, porque es tan chicuelo;
en el altozano
tiene un cuchitril
¡a las vigas alcanza la mano;
y por lumbre y por luz, un candil.
Vacia sus alforjas
Que son sus bolsillos,
Bostezando los siete chiquillos,
Se agrupan riendo.
Y entre carantoñas les va repartiendo
Pan y pescao frito,
Con la parsimonia de un antiguo rito:
¡chavales!
¡pan de flor de harina!
Mascarlo despasio.
Mejo pan no se come en palasio.
Y este pescaito, ¡no es na?
¡sacao uno a uno del fondo del má!
¡gloria pura él!
Las espinas se comen tamié,
Que to es alimento…
Asi….despasito.
¡no llores, Manuela!
Tu no pués, porque no tiés muelas.
¡es tan chiquitita
mi niña bonita!..
así, despasito.
Muy remascaito,
Migaja a migaja, que dure,
Le van dando fin
A los cinco reales que costo el festín.
Luego entre guiñapos durmiendo,
Por matar el frío, muy apiñaditos.
La Virgen María contempla al "Piyayo"
Riendo
Y hay un Angel rubio que besa la frente
De cada gitano chiquito.

¡A chufla lo toma la gente!…
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!

Ahora he podido buscar al autor y espero que mis niños lo conozcan y lo disfruten como lo hice yo en mi infancia


Luna, José Carlos de (1890-1964).
Escritor español nacido en Málaga y fallecido en Madrid. Es autor de una prolífica obra poética muy influida por la tradición popular, especialmente la de sabor andalucista, y por algunas obras de Lorca y Villalón. Entre sus libros poéticos destacan El Cristo de los gitanos (1932) y El café de Chinitas (1939). Escribió además ensayos sobre temas andaluces, como la Historia de Gibraltar (1944) y Los gitanos de la Bética (1951). Cultivó también la comedia de tipo neopopularista y de tema fundamentalmente andaluz.
La web de las biografias