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miércoles, 17 de agosto de 2011

Libros que emocionan

Hace varios años Lucía, una estudiante de los primeros cursos de arquitectura leyó el libro "Hacia rutas salvajes". Ese libro la impresionó tanto que me lo recomendó encarecidamente y me dijo que algún día ella iría a buscar sus rutas salvajes.
Apunté la reseña del libro y me dije que lo tenía que leer, pero como pasa la más de las veces, metí el papelito en algún bolsillo y no me acordé más del tema.
El día 10 de agosto recibí un correo desde Los Ángeles (EEUU); Lucía me escribía desde el aeropuerto camino de Sidney.
Hoy acabo de recibir el último correo de Lucía: está en Australia,con dos amigos, en una de las diez playas más bonitas del mundo. Están recorriendo la parte de costa noreste en una caravana. Son tres los intrépidos. Uno de los viajeros lleva allí tres meses ya.
Voy a la bibilioteca Salvador Rueda a buscar el  libro pero no lo tienen. La bibliotecaria, Adela Armijo, me da la reseña y me dirijo a la librería Europa. Tienen un ejemplar desde el año 2008 según dice el ordenador, pero en las estanterías no lo encontramos.
-Tendrás que esperar hasta que venga Rita, que es quien conoce todo lo que tenemos aquí. me dice Federico Bombarelli.
Cuando llega Rita, lo encuentra enseguida. El libro sólo cuesta 8 euros; en estos tiempos que estamos me parece una ganga.
Y aquí estoy; en un bar que tiene wifi, con mi ordenador portátil, escribiendo cómo un libro puede cambiar una vida.
Recuerdo la cara de Lucía cuando me decía toda emocionada:"Qué libro más maravilloso, tienes que leerlo"
Varios años después lo tengo en mis manos y me voy a leerlo a una playita, no tan solitaria como la que debe estar viendo Lucía, pero sí muy hermosa, como son todas las playas de Nerja.
Si no vuelvo a escribir en algún tiempo, será que el libro me ha enganchado y me he ido a hacer la ruta salvaje con esos tres intrépidos de la caravana

5 comentarios:

  1. Me ha entrado ganas de leerlo. Yo también soy arquitecta, te doy mi palabra que no sé por qué, llevo varias semanas dándole vueltas a la idea de conocer Australia y Nueva Zelanda, y encima estás en Nerja, la tierra de mi marido... demasiadas coincidencias.
    Que disfrutes, tanto del libro como de las preciosas vistas del balcón de Europa y la sierra Almijara.
    Ana

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  2. Una luz, otras luces en cielos distintos, o ¿quizás sean distintos los ojos de tu mirar?. Siempre bellos los rincones de mi tierra.
    Besos
    Piedra

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  3. Gracias a los dos por vuestros comentarios.
    Se está bien aquí en Nerja viviendo los viajes que otros hacen y sintiéndote tan joven como ellos.
    Es la juventud la edad de hacer grandes viajes, pero nunca es demasiado tarde para intentarlo.

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  4. Hasta que perdí la fe en mis mayores creí que los australianos andaban de cabeza,por aquello de las antípodas que decia el guasón de tu padre. La verdad que el único australiano que conozco no anda muy derecho, habrá que preguntarle a Luci. Un beso

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