Reconociendo la biblioteca escolar

Ya se han incorporado plenamente al nuevo horario escolar y al nuevo centro.

Son nuestros alumnos/as de 1º de ESO, a los que conocimos y dimos de leer sus primeros cuentos, ayudamos a aprender el vocabulario que ahora tanto ahorran en usar, y procuramos despertar su curiosidad por la cultura cuando, con tres años, pisaron por primera vez una biblioteca escolar en el colegio María Moliner o en el Santiago Apóstol...(la mayoría)

 A finales del curso pasado, los invitamos a ver la que ahora es su biblioteca cuando estaba vestida con la exposición de novelas llevadas al cine. Entonces eran los mayores del cole, los de 6º de Primaria. Algunos eran ayudantes voluntarios en su biblioteca escolar ...y leían...la mayoría leía y gustaba de los libros informativos en los que también aprendían tantas cosas...

 Este año son los más pequeños de un centro más grande en el que convive más gente, en el que cambian de profesor a cada hora y en el que el tiempo de recreo, en un patio lleno de gente mucho más mayor, a veces les parece una aventura peligrosa...

En la biblioteca de este Instituto lo sabemos, porque lo vamos viendo cada curso que pasa: chicos y chicas diferentes, pero situaciones muy parecida.

Como también sabemos que aquí vamos perdiendo cantidad de lectores asiduos que se convierten en eventuales para acabar abandonando la lectura y la búsqueda de información que complementa lo que está en los programas o les ayuda a buscar caminos nuevos.

Por eso en este curso, por fin, hemos logrado que nada más empezar en el centro nuevo, encuentren el espacio conocido, ahora reconocido y suyo, de la biblioteca escolar: más grande, más bonita tal vez, pero con las mismas ilusiones de que aprendan que la biblioteca los ayuda a ser mejores seres humanos... o eso intenta.

Vienen por cursos, con su tutor; les explicamos el contenido, les recordamos los espacios y las normas de uso además de los horarios, y les pedimos que piensen que es tan suya como nuestra y que todos los que la usamos debemos cuidarla y mimarla para que siga funcionando lo mejor que pueda con los medios que tenemos.

Después dejamos que ellos la hagan suya, que la reconozcan y esperamos tender un puente entre primaria y secundaria para que lo atraviesen con la mejor de las actitudes...tal vez consigamos poco, pero seguro que más que el curso pasado, porque con ellos nosotros también vamos aprendiendo y disfrutando...¡Bienvenidos a la biblioteca escolar!

Y, por las tardes, ahora que tenéis otro horario, en la biblioteca municipal os seguimos guardando el sitio para hacer deberes, leer, usar el ordenador o llevaros películas...es distinto espacio pero con gente que tiene la misma ilusión porque crezcáis entre estímulos positivos.