Cuando los niños y niñas de cuatro años ven esta escena del libro que les van a leer a las nueve y cuarto de la mañana, en la biblioteca escolar, se identifican al momento con este personaje, que está tan calentito en la cama, que no tiene ni pizca de ganas de ir al colegio.
Se ríen y se dan codazos unos a otros...¡como yo!, se oye bajito...
Pero Carmen, su profe, que lee los cuentos como nadie, sigue leyendo y pasando páginas para que ellos puedan ver también las maravillosas imágenes del libro que se irá con ellos a su clase ...
Merece la pena levantarse e ir al colegio a vivir aventuras divertidas como las de este simpático gato que nos ha robado un poquito de nuestro corazón...
La maestra del cuento no tiene desperdicio...
Y luego, cuando el cuento los acompañe a casa, serán ellos los que se lo leerán a padres y hermanos pequeños, porque aunque ellos no saben aún leer las letras, las ilustraciones se les dan de muerte¡
En casa cada uno leerá un cuento distinto, con el mismo libro delante, pero seguro que será un cuento divertido que se convertirá en uno de los preferidos, como casi todos los que estamos leyendo en la biblioteca escolar en estas mañanas frías de invierno, que aquí se vuelven luminosas y cálidas.
Agustina, Carmen es una estupenda maestra que seguro mete el gusanillo de la lectura a sus peques. Los lectores se hacen desde abajao, necesitan historias que les enganchen y les atrapen. Enhorabuena por vuestro trabajo, seguid así.
ResponderEliminarNos veremos el lunes, supongo. Besos.