Este blog es un cuaderno de notas de miradas a lo posible y reflexiones hechas a vuelapluma sobre lo que se está haciendo y lo que queda por hacer en las bibliotecas escolares para que dejen de ser un sueño o una utopía… Si has llegado hasta aquí y quieres opinar, eres un bibliolibre.

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viernes, 6 de mayo de 2011

Esos locos que ya no son bajitos

Cuando están en 3º y 4º de Educación Primaria acuden a la biblioteca regularmente con sus profesores a realizar actividades y durante los recreos libremente para curiosear o leer un rato.
En 5º y en 6º van seleccionando los préstamos por temas de interés o aficiones (tenemos un botoncito con un libro abierto en la aplicación Abies que nos sirve maravillosamente para ver qué leen nuestros estudiantes)
Antes de que acabe el curso de 6º de Primaria los llevamos a ver la biblioteca del Instituto y se comprometen a seguir utilizándola regularmente, encantados de que encuentran algo conocido y estimulante en un medio nuevo en el que van a ser los últimos monos cuando ahora, en 6º, en su colegio actual son los mayores.
Durante el primer trimestre de 1º de ESO los seguimos viendo por la biblioteca  en la mayoría de los recreos (incluso a algunos los estimulamos para que dejen de venir tan asiduamente y se enfrenten al patio y al resto de los compañeros/as.)
También los vemos durante el curso de 2º de la ESO; ya menos frecuentemente y ya con menos ganas de llevarse nada de la biblioteca. Algunos sólo vienen cuando llueve o hace frío, pero los seguimos viendo de vez en cuando y nos cuentan cómo les va... (siguen siendo aún nuestros locos un poco menos bajitos)
De pronto desaparecen... de los recreos, del ordenador de la biblioteca,... perdemos la pista totalmente...¡Se los traga la tierra!
Nos volvemos locos ... ponemos reclamos con carteles maravillosos de novedades incluso en el patio... nada... no están.
Los profesores de Lengua y Literatura nos comentan que chicos, que nosotros teníamos desde la biblioteca por buenos lectores, con un perfil lector variado y rico, ahora no leen ni siquiera los libros obligatorios de las asignaturas en que hay que hacerlo.

¿En qué nos estamos equivocando?
En el libro de Guadalupe Jover, que acabo de adquirir, y que tan bonito y sugerente títuto tiene, seguiremos buscando respuestas.


Ayer por la mañana, en el Instituto, me llevé una agradable sorpresa.
Mis locos bajitos, ya no son tan bajitos ni están perdidos.
Van bajando con sus profesores a la biblioteca a ver la exposición de cómic y luego, a la hora del recreo, van viniendo en manadas a que se los prestemos.
Y lo mejor es que no son unos pocos, sino una gran mayoría. No sólo se llevan en préstamo los comics de la exposición, sino que nos ofrecen para exponer los suyos propios.
Hemos tenido que pedir a la biblioteca municipal una nueva remesa de manga porque se nos quedó corto enseguida y he visto la ilusión reflejada en la cara de mis locos no bajitos mientras miraban comics de diferentes estilos y países.
Tal vez aquí hayamos encontrado un camino por explorar que nos lleve a recuperar lo que creíamos que habíamos perdido.
¡Quién sabe! ¡Seguiremos buscando!

6 comentarios:

  1. Acabé dando las respuestas de los controles el día antes del exámen y permitiendo el libro de texto a la hora de responder y así y todo me lo entregaban en blanco.
    Sí, es difícil. No me explicco que pasó pero veo difícil la solución.

    Expresiones
    Piedra

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  2. Seguimos buscando caminos para llegar a los adolescentes.
    Gracias, Miguel

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  3. Agustina, qué pena lo que cuentas... Ya lo dicen en la prensa, pero nadie sabe la solución. Parece que, llegados a cierta edad, los chavales pierden todo el interés que con tanto mimo hemos intentado despertar en años de colegio e instituto. ¿Por qué? ¿Qué les aleja de los libros, de la curiosidad, del disfrute del conocimiento? Ojalá lo supiéramos. Se puede echar la culpa a la tecnología, son furibundos consumidores de cuanto cacharro con pantalla iluminada cae en sus manos y no saben vivir sin ellos, pero seguramente intervienen otros factores. Todos los que nos sentimos preocupados seguimos buscando, pero es difícil, difícil... Llegados a cierto punto no les importan las notas, ni los castigos, ni los premios... Todo lo que no sea material no les interesa. Es el mundo que hemos creado, no podemos echarles la culpa totalmente.
    Un beso.

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  4. Yolanda: no son todos los que se van. Si lees detenidamente, lo que yo planteo en este pequeño artículo, es que tal vez no les estamos dando lo que ellos buscan y, desde la biblioteca escolar, debemos buscar, siempre en positivo, caminos que lleven a los chicos/as que están completamente perdidos en cuanto a intereses, a encontrar placer en aquello que alguna vez consigió motivarles y despertar su curiosidad.
    Te agradezco el comentario
    Un abrazo

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  5. Me interesa mucho lo que escribes. ¡Quién mejor que tú para observar la evolución lectora, que los conoces desde chiquitines y vas acompañandolos en su camino ya en Secundaria!
    Creo muy acertada tu idea de leer el libro de Lupe Jover. Ahí hay muchas claves de qué está pasando, de qué hace la enseñanza reglada con la educación literaria de nuestros alumnos. Ahí y en Pennac "Como una novela".
    A la vista de las maravillosas actividades que preparáis, creo que la biblioteca no puede hacer más. Es función del profesorado, de todas las áreas y no sólo del de Lengua, porque todas basan el aprendizaje en la lectura, reunirse, plantear dudas, modos, coordinaciones, buscar títulos, fragmentos atractivos, dar un margen de libertad, romper la cadena "lectura-examen/trabajo/control"... Y luego, claro, encajar los fracasos y romperse la cabeza para ver las causas y no tirar la toalla.
    Y dicho lo cual, reitero: ¡ENHORABUENA POR EL TRABAJO BIBLIOTECARIO TAN PRECIOSO QUE HACÉIS!

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  6. ¡Ay mi bibliotecaria favorita qué bien escribe!
    Con gente como tú y con la gente que tanto hace en las bibliotecas escolares da gusto trabajar.
    Muchas gracias por pasar por aquí, cuánto me gustaría que te quedaras.
    Un abrazo
    Bibliolibre

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