Esta mañana la biblioteca del CEBIP María Moliner ha estado muy concurrida; nuestra mascota, La molinera, no se ha sentido sola en ningún momento.
A primera hora han venido los de 4 años acompañados de Marisa Galán y Ana.
Anoche, a pesar de la lluvia, la Molinera salió a buscar un cuento que le pudiera gustar mucho a los más pequeños del cole, para que sigan queriendo subir a la biblioteca, se lo pasen bien y aprendan cosas nuevas.
Hoy han aprendido que, como los libros no tienen pies, cuando salen de las estanterías no pueden volver, y nosotros tenemos que ayudarlos poniéndole el nombre y la dirección en una etiqueta que se llama tejuelo y poniéndole una pegatina de color para que se sepa en qué estantería tienen que vivir.
Exactamente igual que cuando ellos salen de excursión y les ponemos el nombre colgado del cuello para que no se nos pierdan.
¡Qué bien cuenta los cuentos Marisa! Nadie se quiere perder una palabra.
La sorpresa se la han llevado los de cinco años porque...
La cuentacuentos no es la profesora habitual, sino Yasmín, una alumna de 5º de Educación Primaria, la hermana de Salma, que la escuchaba embobada.
Ha pasado la prueba con sobresaliente alto ya que no es fácil enfrentarse con sólo once años ¿o diez? a un grupo de veinticinco niños y niñas y tenerlos así de atentos.
Su hermana de cinco años se ha sentido la protagonista de la mañana y a Yasmín le ha gustado la experiencia, que estoy segura que se volverá a repetir.
También han acudido a la biblioteca los de 3 años B con la seño Chon, pero no he podido hacerles fotos porque he sido yo la que les he contado el cuento.
Todos los niños y niñas que han estado en la biblioteca esta mañana han devuelto el libro que tenían prestado y se han llevado otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario