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sábado, 2 de abril de 2011

Los libros informativos o de materia en la biblioteca escolar


Poco a poco hemos conseguido llenar buena parte de nuestras estanterías de libros que tienen que ver con las materias que se estudian en el colegio o en el instituto, con los temas que son importantes para nuestros usuarios, con las aficiones, con los valores, con la diversidad de países y de costumbres..., con los juegos...con la música.
La selección de libros informativos es una de las cuestiones que más polémica crean a las personas que se dedican a la hermosa tarea de poner en marcha una biblioteca escolar.
Así como la ficción no cuesta tanto trabajo porque hay multitud de selecciones y catálogos, los libros informativos sí que suelen plantear problemas.
Sin embargo, si hay algo que diferencia a las bibliotecas escolares de las bibliotecas municipales o públicas es que el catálogo de la biblioteca escolar debe estar constituido en un 70% aproximadamente por documentos de carácter informativo u obras de referencia.
Nuestras colecciones de libros informativos se han ido formando de la siguiente manera:
Hemos cogido las programaciones por ciclos y por asignaturas y hemos ido comprobando los temas que se repiten a lo largo de todo el currículo.
Hemos ido buscando en todas las selecciones que hemos encontrado a través de Internet y luego nos hemos ido a las librerías a verlos físicamente.
La feria del libro de Madrid nos sirve de referencia. Todos los años le dedicamos varias mañanas porque allí están representadas tanto las editoriales como las librerías más importantes; y no es tiempo perdido porque nos surtimos de catálogos y de información.
Es de destacar, además, que los libreros son muy acogedores con los bibliotecarios escolares y nos dan toda la información que pedimos sin prisas y con mucha amabilidad.
Sí que tenemos establecido como norma que todos los libros que llegan a formar parte de nuestra colección los hemos visto antes físicamente: porque algunas veces nos ha pasado que hemos visto un libro que nos parecía interesante en un catálogo y luego, en la mano, no respondía a nuestras expectativas.
Cuando estos libros pasan a nuestras estanterías, además de la señalización de la CDU y sus correspondientes colores, procuramos ponerlo de cara en la balda que le corresponde, después de haber pasado varios días en el expositor de novedades.
Intentamos que las baldas permitan poner dos o tres libros de cara porque hemos comprobado que son estos libros que están de pie los que además de servir de apoyo visual a los números y a los carteles de señalización, despiertan el interés y la curiosidad de los niños/as y profesores que acuden a la biblioteca y salen en préstamo inmediatamente.
La cubierta de estos libros así puesto ayudan a los que no saben leer bien, a los que todavía no dominan nuestra lengua y a los más chiquitines.
Muchos de nuestros usuarios se han aficionado a la lectura a través de los libros informativos y son cada vez más los que se llevan un libro de ficción y otro informativo.

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